Madonna cantó la canción “La música hace a la burguesía y al rebelde” hace veinte años…
Aquello fue una completa declaración de intenciones sobre el single, y el álbum que llamó Música para abreviar. Una obra nacida después de que la artista arruinara su octavo disco, muchos comenzaron a tomarla más en serio por su actitud más “madura”. Todo lo contrario de lo que terminaría haciendo a su vejez…
Tal vez optó por tomar un camino similar al de ese álbum, modificó su tercer álbum, esta vez contando con los servicios de Mirwais, un productor francés underground que irradiaba modernidad a cada latido. Porque Madonna quería ir de fiesta a pesar de que recientemente se convirtiera en madre y andara con otro churumbel en camino.
Sin embargo, el honor de ser una carta de presentación recayó en un tema de baile del futuro como Neutrex. La última canción de su carrera por entonces, que fue número uno en el país, le sirvió a Madonna para golpear la mesa como la reina no solo del pop, sino también de la vanguardia pop.
Porque una voz tan moderna como la de Mirwais era apenas audible en el mundo independiente, excepto por el estallido creciente de descargas eléctricas. Lo curioso es que años después, cuando el género es bastante antiguo, este hit en particular, y el álbum en general, sigue sonando como hacia el futuro.
Bueno, en el caso del álbum, las producciones de William Orbit no han envejecido tan bien, a pesar de tener solo una quinta parte de su duración. Hablando del público, Madonna quería traer una personalidad definida al álbum, como lo ha hecho desde Like a Prayer. Y se decidió por la estética country. El lanzamiento de este último como single y el video le dio más empaque al concepto, como si fuera para Music, la canción estaría bastante subestimada.
Quería dejar constancia de que estaba aprendiendo a tocar la guitarra y grabar ese rollo country.
Volviendo a la modernidad, además del título, Impression instant tenía otro epítome que era esencialmente vanguardista. Tanto es así que Warner se negó a hacer el cuarto sencillo porque querían que Amazing ocupara el puesto, y cuando le pidieron que filmara el video musical, los envió al infierno.
Probablemente lo robaría por su naturaleza y por ser el cuarto single.
Y volver a no cantar, a pesar de cierta vibra country, era pura novedad con esas guitarras entrecortadas que no sabías si eran parte de la canción o si el CD estaba rayado. Desafortunadamente, esta modernidad estaba mucho más allá de los confines del “madonnile”, no menos generosa incluso que la voz de William Orbit. Mirwais no se destacó por su trabajo con otros artistas, por lo que no pudo expandir una voz que gritaba ser tendencia.
Aunque quizás gracias a esto siga pareciendo el futuro, porque la explotación lo desgastaría.
Canciones que aún hoy lucen frescas, con Madonna funcionando como el pináculo de una moda efímera en el pop comercial que derivó hacia el baile más rudo o el r’n’b más repetitivo. Aunque no tan compacta como Ray of Light, la heterogeneidad de la Música es uno de sus baluartes, y aunque no tiene nada que ver con Impressive instant Gone, por ejemplo, la personalidad de Madonna se destaca de las demás y unifica el conjunto.
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